lunes, setiembre 24, 2007

Día 44, lunes

A veces eres tan escéptica contigo que duele. Hoy vi a dos sirvientas vestidas con uniforme que habían salido a pasear a unos perros puddle que parecían más bien dos pequeños muñecos. Una de ellas estaba recostada en un poste de luz con los ojos encendidos, mientras la otra lucía ajena a lo que sucedía. Yo imaginé que la que lloraba decía: "Es que Leticia, yo no puedo dejar de pensar en ti". "Pero es que a mí me gustan las barbas y los penes", decía la otra. Pues bien, a veces eres tan escéptica contigo que duele.